LOS DÓLMENES DE ANTEQUERA
Los dólmenes de Antequera, son construcciones
megalíticas, destinados a enterramientos colectivos. La estructura es de varias
losas en posición vertical, que sostienen otras horizontales a modo de cubierta.
Existen varios tipos de dólmenes según su
edificación. El más simple reforma a la galería cubierta, como es el de Menga,
si bien en el conjunto de Antequera puede apreciarse otro modelo más
evolucionado y complejo, como es el de El Romeral. En éste es especialmente
singular la cámara sepulcral tipo ‘’tholos’’, de forma circular y con falsa
bóveda.
Sus construcciones
fueron los moradores de los primeros núcleos de población que se instalaron en
la Vega de Antequera.
El asentamiento más antiguo del que se tiene constancia
se localiza en el cerro Marimacho, a pocos metros de Menga y Viera (2300 a 1800
a.C).
Son sociedades con conocimiento de una agricultura expansiva. Disfrutan
ya de un uso del metal. Frente al Neolítico (5000 a. C a 3000 a.C) estos
constructores estaban integrados en una sociedad estructurada y jerarquizada.
La aparición de la metalurgia tanto en su modo de vida, como en lo espiritual o
religioso. El culto a la muerte cobra importancia.
Para sepultar a sus
difuntos deciden levantar estas construcciones. Junto al cadáver solían colocar
diversos utensilios. Se trataba de unos primitivos ajuares funerarios.
LOS DÓLMENES DE
ANTEQUERA
Son tres construcciones
megalíticas, Menga, Viera y El Romeral, que han llegado a nuestros días casi
intactas y que constatan la presencia de una civilización avanzada en la vega
de Antequera hace más de cuatro mil quinientos años.
La zona de acceso a la
galería está compuesta por diez monolitos, cinco a cada lado.
Dolmen
de Viera: Situado junto al de Mena (2000 a. C).
Se trata de un sepulcro de Galería, compuesto por un corredor de acceso y una
cámara a la que se accede a través de una puerta labrada de un monolito.
En la actualidad, el
corredor se conserva completo, pero de la cubierta sólo quedan cuatro de las
siete losas que tuvo.
Dolmen
del Romeral: Acerca de un kilómetro de las
anteriores, el dolmen de El Romeral presenta un sistema de edificación más
evolucionado. (1800 a. C . Es un dolmen de tipo ‘’tholos’’ con corredor, en el
que se pueden distinguir varias partes diferenciadas.
En primer lugar, un
largo corredor de acceso, a continuación la cámara sepulcral. El paso del
corredor a la cámara sepulcral se hace mediante una puerta adintelada. Por último nos encontramos
con una segunda cámara más pequeña, a la cual se accede por un angosto
corredor. Es el lugar desteñido a la presentación de ofrendas.
TÉCNICAS
DE CONSTRUCCIÓN
Los constructores de
los dólmenes de Antequera desarrollaron unos conocimientos técnicos avanzados
para la época. Utilizaban bloques de piedra.
La dificultad del
transporte la resolvían sujetando las piedras con cuerdas y rodándolas sobre
gruesos troncos. El siguiente paso consistía en introducir de forma vertical en
los bloques en unas zanjas previamente escavadas. Para levantar los monolitos
también se ayudaban de fuertes cuerdas. La cubierta extrañaba más dificultad.
Para ello rellenaban de tierra la nave y sobre el talud deslizaban las enormes
losas. Una vez encajadas, vaciaban de tierra el interior.
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